Los créditos rápidos son una estupenda opción para afrontar pagos (inesperados o no) sin dar explicaciones y de manera ágil y sencilla. Sin embargo, muchas personas desconocen los tipos de créditos que existen en el mercado. Uno de ellos es el crédito a consumo, el cual nos puede sacar de un apuro o ayudarnos en la compra de un bien.
Qué es un crédito al consumo
Un crédito de este tipo es el que nos permite acceder a financiación de manera sencilla y rápida para poder pagar todo tipo de productos. Es una opción ideal para conseguir financiación, siempre sin aportar datos que nos puedan comprometer, sin cambiar de entidad y, sobre todo, sin movernos de nuestra vivienda. Todos los trámites se realizan a través de Internet, desde cualquier dispositivo y en cuestión de minutos, por lo que son ideales para la financiación de un bien de consumo.
Normalmente, las cantidades de este tipo de créditos suelen ser pequeñas. No siempre cubren imprevistos, ya que podemos solicitarlos para darnos un capricho. Por ejemplo, podemos pedirlos para la compra de una nevera (que se nos ha estropeado, por lo que es un imprevisto), pero también para poder adquirir una nueva televisión de plasma para ver partidos de fútbol.
No obstante, debemos tener en cuenta que los créditos rápidos al consumo también los solicitan todo tipo de empresas, a nombre del interesado o la compañía, para el pago de un bien. Es decir, una empresa de electrodomésticos puede concedernos el pago de una lavadora, a plazos, vía este tipo de financiación, actuando de intermediaria entre cliente y empresa financiera.
Características de estos créditos
El crédito al consumo entra en la categoría de crédito rápido, ya que tanto la solicitud de las cantidades como el tiempo de respuesta son ágiles y cortas. Entonces, la rapidez es una de las cualidades más valoradas de los mismos.
Las cantidades que se suelen pedir oscilan entre los 500 y los 6.000 euros, aunque como es obvio todo depende de las necesidades de cada persona. Además, la devolución de los importes concedidos suele ser completamente flexible, a interés del prestatario, aunque existan unos límites o mínimos a cumplir.
Los motivos para solicitar este dinero pueden ser variados. Este tipo de créditos, que son muy populares en España, sirven para el pago de tratamientos dentales, electrodomésticos, viajes y hasta financian compras o gastos relacionados con el ocio.
Una de las características más destacadas es la transparencia de este tipo de financiación. Al poder elegir todos los factores, sabremos las cantidades y cuotas a pagar, pero también los intereses y la posibilidad de que podamos extender, en el caso de problema, el pago de la deuda. En el contrato que se nos remitirá, dispondremos de toda la información al respecto tanto de la empresa como del producto contratado.
Ventajas de los créditos al consumo
No es de extrañar que los créditos al consumo sean tan populares en España. Lo son por las grandes ventajas o beneficios que tienen. A continuación, destacamos los siguientes:
1. Rapidez en la llegada del capital
Es una sencilla forma de conseguir financiación externa, de manera ágil, para el pago de diferentes bienes (en algunos casos se pueden incluir servicios). La respuesta suele ser inmediata, sin superar las 24 horas, llegando el dinero a la cuenta bancaria de la persona que ha solicitado la financiación sin la realización de papeleos farragosos. Y todo sin cambiar de banco ni tener problemas con la entidad.
2. Sin movernos de casa y en cualquier momento del día o año
Uno de los beneficios más importantes es el de poder solicitar el dinero sin movernos de casa. Desde nuestro sofá u ordenador podemos solicitar el dinero que necesitemos sin la necesidad de realizar molestos desplazamientos, filas o reuniones fuera del hogar.
Además, podremos contar con el dinero en cualquier momento del día o del año. Sabemos que muchas personas no pueden perder ni un minuto y que necesitan financiación de manera urgente.
3. Sin importar la situación pasada o las deudas que tengamos
Aunque estemos en ASNEF, este tipo de créditos se concederán sin mayor importancia. Las entidades prestamistas sabemos las dificultades por las que pueden pasar las personas en su día a día, por lo que no te ponemos ninguna pega. Es más, ayudamos a miles de personas que necesitan capital.
4. Sin dar explicaciones de ningún tipo
Cuando acudimos a una entidad financiera a solicitar un préstamo o crédito, pasamos por diferentes trabas y trámites complicados y, en la mayoría de casos, los bancos nos deniegan la solicitud de dinero que hemos pedido. Y lo hacen porque hemos dado explicaciones al responder a la pregunta: "¿Para qué necesitas el dinero?".
Con este tipo de créditos, desde casa y sin acudir a la entidad financiera, podremos conseguir capital sin dar ningún tipo de explicación. No tendrán que valorar el riesgo en función de para qué queremos el dinero.
5. Pocos requisitos para recibir el dinero
La información del prestatario queda a un lado en todo los trámites. Esto es, no se necesitará información añadida (que sí piden las entidades bancarias). Simplemente, debemos demostrar que contamos con liquidez futura suficiente (prestación, nómina o ingresos recurrentes) para poder devolver las cantidades en el plazo acordado.
6. Flexibles al máximo
Si en algo destacan los créditos al consumo es en la flexibilidad. Es decir, podemos, antes de solicitar una cantidad exacta, calcular el tiempo en el que vamos a devolver los importes y ajustar los plazos a nuestra medida. Por lo tanto, podemos personalizar al detalle todo lo referente a nuestro capital y el tiempo en el que lo vamos a devolver.
Los créditos rápidos al consumo son la mejor opción para el pago de diferentes bienes e incluso servicios. Con una gran transparencia, ofrecen capital para cumplir sueños o gastos que deben afrontarse sí o sí.
