Los créditos online son una de las opciones que tenemos para conseguir financiación, sobre todo en el caso de que nos surja un imprevisto. Aunque también podemos solicitaros para afrontar todo tipo de pagos cuando no contamos con el dinero suficiente, a pesar de que no sean gastos imprevistos, el acceso a la financiación rápida y sin explicaciones convierte a estos créditos en los favoritos de familias que deben afrontar un pago inesperado.
Los créditos rápidos por Internet: por qué son tan convenientes
Si en algo destacan estos créditos rápidos online, es en ser altamente valorados por decenas de familias. Es lógico: a la mayoría de ellas les han sacado de un apuro al permitirles el pago de bienes o servicios rápidamente, especialmente cuando la economía familiar no es boyante. Es más, suelen concederse tras las negativas de financiación por parte de las entidades financieras, quienes han 'cerrado el grifo' del crédito. Son, entonces, una solución para muchas personas, las cuales mejoran su posición financiera y pueden cubrir sus necesidades en pocos minutos.
En todos los casos, estos créditos pueden ser otorgados aunque la persona que necesita capital esté en un listado o fichero de morosos, como ASNEF. Por lo tanto, si contamos con una deuda con otra empresa o entidad bancaria, el estar incluido en una 'lista negra' no será impedimento para acceder a la financiación. De hecho, no se comprueba el historial de deudas o pagos realizados.
¿Cómo solicitar un crédito por Internet?
Las personas o familias que necesitan capital y que acuden por primera vez a una empresa financiera, en muchos casos, desconocen el procedimiento para pedir el dinero. En primer lugar, hay que tener claro el dinero que necesitamos, puesto que esto nos ayudará a pagar unos intereses justos y a acortar, en la medida de lo posible, los plazos de devolución.
Una vez tengamos claras las cantidades que necesitamos, con la ayuda de un simulador, introduciremos el importe exacto y los plazos en los que podremos devolver el capital prestado. En todo momento, podemos ir modificando las cantidades y los plazos ajustando los importes. Todo sin salir de casa y desde nuestro dispositivo móvil, tableta u ordenador.
Cuando se haya enviado la solicitud de capital, tendremos que esperar unos pocos minutos para recibir respuesta sobre si nos conceden o no la financiación. No nos van a pedir ningún dato extra, simplemente un justificante que acredite que podremos devolver el dinero: nómina, prestación por desempleo, jubilación o incluso rentas procedentes del alquiler de negocios o viviendas, entre otros ingresos. Además, como es lógico, tendremos que aportar algunos datos de contacto, como nombre y apellidos, DNI o NIE, teléfono móvil o correo electrónico (para que podamos recibir toda la información y firmar el contrato). Como podemos observar, el proceso es sencillo.
Las ventajas de los créditos rápidos por Internet
Pedir financiación, además de sencillo e intuitivo, es cómodo. A través de un dispositivo, desde nuestra vivienda y sin necesidad de desplazamiento a una entidad bancaria (sin depender de ella en ningún momento), podremos contar con financiación.
La flexibilidad, puesto que podemos modificar las condiciones del crédito (devoluciones, importes, cantidades a amortizar), es una de las grandes ventajas que debemos valorar. Además, si nos surge un contratiempo a la hora de la devolución del capital, tendremos que contactar con la empresa financiera para informar de la situación. Lo más probable es que el plazo de devolución de las cantidades se extienda sin problema, por lo que contaremos con una mano amiga en todo momento.
No tener que dar explicaciones es otro beneficio importante. ¿Para qué necesitamos el dinero? Es algo que no interesa a la empresa financiera, quien desconocerá el destino del capital prestado. La compañía únicamente se preocupará, sin realizar un control exhaustivo, de que devolvamos las cuantías en el tiempo y forma que se hayan establecido en el contrato entre ambas partes.
Para qué podemos pedir dinero por Internet
En un principio, este tipo de créditos por Internet pueden destinarse a adquirir cualquier producto o servicio. Sin embargo, la mayoría de las personas que piden el crédito, pese a que hay decenas de razones, lo hacen por motivos muy concretos, los cuales se repiten en muchos casos.
La compra de un coche suele ser uno de los principales. Todos queremos estrenar un vehículo nuevo, sea del tipo que sea, para desplazarnos de viaje o a nuestro trabajo. Pero no solo la adquisición, sino también el arreglo de estos vehículos tras una avería imprevista suelen acarrear un préstamo.
Asimismo, los tratamientos de diferente índole suelen ser un motivo importante para pedir capital. Por ejemplo, una ortodoncia, un arreglo dental o la visita a especialistas son los principales motivos que observamos. La salud nos preocupa y queremos, cuanto antes, tanto estar mejor como ponernos más guapos.
¿Y las reformas? Sí, ocupan un puesto destacado. Las reformas de baños o cocinas son las que más requieren de financiación externa. Cambio de bañera por plato de ducha, cambiar ventanas o puertas, la instalación de tarima o parquet en el suelo, comprar electrodomésticos o cambiar la cocina... En definitiva, decenas de obras para revalorizar el inmueble o arreglarlo.
Por último, existen otros motivos destacados por los que pedimos financiación. Pagar un resultado desfavorable en la declaración de la renta, hacer frente a los gastos de un viaje a un destino que siempre hemos soñado o superar los gastos de la 'vuelta al cole' son los argumentos más destacados para pedir capital externo.
Los créditos online son vitales para muchas familias, las cuales hacen frente a imprevistos que no podrían afrontar sin nuestra ayuda, puesto que ayudamos a decenas de personas a cumplir sus sueños, pero también a pagar diferentes gastos. En NecesitoDinero.es facilitamos toda la información al respecto con total transparencia y un simulador de las condiciones del crédito. Además, la personalización de esta vía de financiación permite adaptar el capital y los plazos de devolución a la situación individual de cada cliente.
